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#periodistasNAV en el blog de Marta Borruel

También la TV está cambiando

Abrir un blog conlleva, en mi opinión, el deseo y el afán de compartir algo. También de ordenar las ideas, de reflexionar sobre algún tema en concreto, de analizar en profundidad algunas cuestiones y, en mi caso, por supuesto, de comunicar. Y con todas esas intenciones comienzo esta nueva bitácora que va a versar sobre todos aquellos aspectos relacionados con el periodismo, las redes sociales, la información, la 2.0, la 3.0, y, por supuesto y sobre todo con la Comunicación.

Y quiero comenzar refiriéndome a un tema que la semana pasada traté en mi otro blog, el gastronómico de Reyno Gourmet, acerca de la historia de Aceites La Maja en el programa de Buenafuente. Allí podéis leer toda la historia (y ver los vídeos) pero resumiendo os diré que lo que comienza como un comentario de un cantante acerca de los productos de Huelva termina con un aceite navarro vencedor de un concurso en toda regla en la que han participado más de 200 muestras de aceite de toda España.

Me hace gracia porque después de colgar el post en el blog, tuve un DM en Twitter: “entre nosotras, ¿de verdad que ha sido algo espontáneo? ¿de verdad que no estaba preparado?”. Y es que todavía nos sorprende, por lo insólito, que la televisión, ese poderosísimo medio de masas y de audiencias, sea capaz de escuchar y de interactuar con los telespectadores.

A nadie se le habría ocurrido, hace años, mandar un lote de productos al presentador de un programa sólo porque un cantante los alabase en antena. Y si alguien lo hubiera hecho, seguro que dicho presentador no lo hubiera comentado en horario de máxima audiencia. Como mucho, se los habrían repartido entre el equipo y habrían enviado una nota de agradecimiento al emisor. Y ahí hubiera quedado todo, en el anonimato.

Pero ahora es distinto, las redes sociales, que tanto han transformado y están transformando nuestra sociedad, también están cambiando la manera que tenemos de ver la TV. Andreu Buenafuente mostró el lote en el programa, comentó todo lo que incluía e hizo chistes sobre la lata de aceite vacía. Y se desencadenó una auténtica locura. De toda España le llegaron a Buenafuente muestras de aceite para que comentara en su programa que el de tal o cuál región había sido más o menos generoso.

Y él fue todavía más allá; percibiendo el interés de la audiencia en actuar con él y, sobre todo, en pasar un rato divertido y compartir juntos una experiencia, creó un concurso: la espiral oléica para designar al ganador. El último día había recibido más de 200 aceites distintos y llevó, para la designación del mejor, a Andrés Rivadeneyra, actual campeón del II Concurso Internacional Oleocata al mejor catador de aceite de oliva virgen.

Algo a lo que estamos acostumbrados en la web 2.0, que es participar en acciones conjuntamente con otros usuarios, puede dar el salto a la TV. Es cuestión de creer en ese espíritu (Buenafuente es una persona muy activa en las redes sociales), de pensar firmemente que la audiencia tiene algo que decir y que además opina y actúa.

Es algo similar a lo que están haciendo los programas meteorológicos mostrando fotografías de los televidentes (y que según creo recordar, es una iniciativa que comenzó la ETB). Está claro: nos gusta participar y colaborar.

Y es que en el fondo, somos seres sociales.

Blog: Marta Borruel. Pasión por la Comunicación
Twitter: @reynogourmet
fecha 17 de octubre de 2010

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